Hay diferentes circunstancias por las que damos a nuestros peques biberón, a veces están llenos de leche materna y otras de fórmula, independientemente del contenido lo esencial es hacerlo con amor.
¿Y cómo se prepara un biberón con leche de fórmula? Los sanitarios pecamos de explicar muy bien cómo dar la teta y a veces se nos olvidan los bibis. Así que, vamos con unas pautas sobre preparar el biberón con leche de fórmula (más adelante hablaremos de los biberones de lactancia materna):
- Manos y superficie donde lo preparemos… ¡limpios!.
- Calentamos el agua en un cazo, cogemos el biberón y añadimos el agua necesaria dentro.
- ¿El agua tiene que estar hervida? Está recomendado sobre todo en menores de dos meses, prematuros e inmunodeprimidos, pero no es indispensable. Podemos usar agua del grifo si es potable y si no, agua embotellada de mineralización débil.
- Añadimos la leche en polvo y agitamos el biberón. ¿Cuánta cantidad? 1 cacito raso por cada 30cc de agua. La cantidad es importante… raso, es raso, podemos llenar el cacito y pasar un cuchillo para eliminar lo que sobra.
- Lo enfriamos bajo el grifo, lo secamos y se lo ofrecemos al peque, ¡comprobando la temperatura echando unas gotitas en la muñeca!.
- Si sobra leche sólo se puede usar durante las dos horas siguientes… así que hay que deshecharlo si pasa más tiempo.
- Limpiar el biberón con agua caliente y jabón.
«¿Y cómo se va a dar un biberón? se pone en la boca y listo» No, no es tan sencillo, cuando damos un biberón, no sólo estamos alimentando al bebé también alimentamos nuestro vínculo, es un momento íntimo y de conexión.
- Hazlo con calma, disfruta el momento, háblale, susúrrale, obsérvale, mírale a los ojos…
- Es esencial estar cómodos, con la espalda bien apoyada para evitar futuros dolores. Cogemos su cabecina con una mano o apoyada sobre la parte interna del brazo, ésta tiene que quedar por encima del estómago y lo ideal es que esté erguido. Con la otra mano se ofrece el biberón, que tiene que estar en horizontal y con la tetina siempre llena para evitar la entrada de aire. Es recomendable cambiar de postura entre tomas o a mitad de la misma para que nuestros músculos descansen.
- Acariciamos su mejilla con la tetina y el peque abrirá la boca buscándola, de esta forma se activa y estimula su reflejo de búsqueda. Este reflejo consiste en el movimiento automático de la cabeza hacia el lado donde tocamos suavemente su mejilla. Aparece durante el embarazo y se mantiene durante los 4 primeros meses desde el nacimiento.
- Es bueno parar cada 20 succiones (más o menos), así iremos viendo si está saciado y será más fácil adecuar las tomas a las necesidades fisiológicas de cada bebé. La lactancia… sea artificial o materna, siempre tiene que ser a demanda, los peques cuando tienen hambre piden y cuando están saciados dejan de comer. Por eso es importante hacer estas paradas, observarles y conocer cuáles son sus señales de hambre y de saciedad.
- Como decíamos, alimentar al bebé es un momento íntimo y lo ideal es que sean los padres los que se encarguen de ello al menos los primeros meses. ¿Esto quiere decir que nadie más puede darle el bibéron? No, pero entre que no se lo de nadie más y que la toma del bebé sea una romería, hay términos medios. Es habitual que las visitas pidan dar el bibi al recién llegado, no os sintáis mal por decir «no», es vuestro peque y vuestro momento.
Espero que estos consejos os ayuden y os den más confianza a la hora de preparar y dar el biberón a vuestros peques, el equipo de MOMS Gijón está dispuesto a ayudaros con cualquier duda que tengáis.