La alimentación complementaria se considera un proceso en el que se ofrecen al bebé alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de la misma. Hay estudios que demuestran que la alimentación durante los primeros 1000 días es determinante para la salud de una persona el resto de su vida. Estos mil días empiezan a contar desde el inicio del embarazo hasta los dos años de edad.
En este caso, hablaremos principalmente sobre el BLW (Baby Led Weaning).
El BLW es el inicio de la alimentación complementaria a los 6 meses en forma de alimentos enteros, en lugar de triturados, con el tamaño y forma adecuadas para que el bebé los coja con sus manos y se lo lleve a la boca dependiendo de su apetito y preferencias. Debemos hervir la verdura y la carne/pescado y ofrecérsela en trozos alargados para que el bebé sea capaz de agarrarlos sin problemas con sus manos. Hay que tener en cuenta que a los 6 meses los niños aún no hacen la pinza con sus dedos por lo que los alimentos, los cogerán abriendo la mano entera para posteriormente cerrarla.
Este método tiene muchos beneficios como por ejemplo unos hábitos de alimentación más saludables. El BLW también promueve y estimula el desarrollo psicomotor del bebé y mejora la transición a una alimentación sólida. No obstante, también hay que tener sus posibles inconvenientes:
- Existe una preocupación por la ingesta de hierro. Hay estudios que demuestran que no hay diferencias si se instruye a los padres en su importancia.
- Riesgo de atragantamiento. Según los estudios no hay diferencia entre los niños alimentados con triturados siempre y cuando se sigan las recomendaciones. Para que no ocurra debemos evitar la ingesta de los siguientes alimentos:
- Alimentos pequeños enteros: frutos secos, uvas, cerezas, aceitunas, tomates cherry, champiñones pequeños, gajos de mandarina. Opción: frutos secos rallados/molidos, partir la fruta/tomates en 4 trozos.
- Alimentos duros: manzana, zanahoria, pimiento, apio. Opción: cocinados, rallados o triturados.
- Alimentos cortados en forma de moneda: rodajas de salchicha, de zanahoria, uvas. Opción: cortarlos de forma ovalada. La zanahoria siempre cocinada
- Alimentos duros/pegajosos: caramelos, lacasitos, palomitas de maíz. Opción: no ofrecer ni tener a su alcance hasta que los niños tengan más de 3 años.
El próximo mes de febrero impartiremos un taller sobre el BLW en nuestra Clínica. Si estás interesado en conocer más este método, contacta con nosotros.