La cesárea es una intervención quirúrgica que permite extraer al bebé del útero de la madre en situaciones en las que un parto vaginal supone un riesgo para el bebé o la mamá. Se considera una intervención mayor en la que se realiza una incisión en la piel, en los tejidos abdominales y a continuación en el útero. Estas incisiones deben ser cerradas con puntos de sutura, dando lugar a las cicatrices de las que hablaremos en este artículo.
Si estás buscando información sobre el tratamiento de cicatrices derivadas de un parto vaginal, te recomendamos nuestro artículo Tratamiento de la cicatriz por episiotomía o desgarro en el parto
La cicatriz
Decíamos que se trata de una intervención importante y su cicatriz puede afectar a la función y el bienestar de la mujer. Es importante seguir las indicaciones del personal sanitario sobre cuidados básicos, higiene e hidratación.
Una vez la cicatrización se ha completado y contamos con el visto bueno del ginecólogo o la matrona, se recomienda una valoración por parte de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, ya que aunque el parto no haya sido por vía vaginal, el suelo pélvico ha sufrido el cambio de peso derivado del embarazo. El fisioterapeuta también examinará la cicatriz y podrá comenzar el tratamiento de recuperación post cesárea para tratar de evitar fibrosis o adherencias, evitando así que la cicatriz se haga más gruesa o se endurezca, y minimizar la sensación de hormigueo o tirantez en la zona.
Cicatriz de cesárea con adherencias
Una complicación común en cicatrices son las adherencias, que además pueden dar sensación de hundimiento de la cicatriz.
Son bandas de tejido fibroso, en muchas ocasiones relacionado con la falta de colágeno durante la cicatrización, que pueden ser molestas, especialmente al hacer algunos movimientos o por la aplicación de presión, dando sensación de tirantez o tensión en la zona abdominal.
Los fisioterapeutas especializados utilizan técnicas de masaje, agujas y movilización suave mediante pinzamientos para romper estas adherencias, relajar el tejido fibroso y mejorar la circulación en la zona afectada, reduciendo el malestar.
Cicatriz queloide
Hablamos de cicatriz queloide cuando el nuevo tejido va más allá de los límites de la herida y que suele estar asociado a una producción excesiva de colágeno durante la cicatrización. Suelen ser cicatrices elevadas, abultadas, aparentemente gruesas y más prominentes que una cicatriz normal. No podemos eliminarla completamente, pero sí podemos mejorar la apariencia, aliviar posibles síntomas derivados y reducir el tamaño mediante terapia manual, trabajo con agujas, radiofrecuencia,..
Técnicas de fisioterapia para el tratamiento de cicatrices
Se aplicarán las técnicas más apropiadas después de evaluar cada caso específico:
- Terapia manual: Masaje del tejido aplicando presión controlada sobre la cicatriz con el fin de romper posibles adherencias y mejorar la movilidad de los tejidos.
- Liberación miofascial: Aplicación de movimientos suaves y sostenidos para relajar y estirar los tejidos que rodean la cicatriz de la cesárea.
- Ejercicios específicos para fortalecer los músculos, mejorar la estabilidad y la postura.
- Radiofrecuencia Indiba Activ: Podemos incorporar esta tecnología en el tratamiento de la cicatriz. Se ha demostrado que estimula la regeneración de los tejidos y mejora la circulación sanguínea, con lo que se acelera el proceso de curación y se reduce la inflamación de la cicatriz.
- Ventosas: Ayudan a liberar las zonas más profundas que presentan adherencias gracias a la succión que generan. No es doloroso y la sensación de alivio se aprecia dese el principio. Se utilizan siempre que no haya una contraindicación como que la herida esté abierta o haya mucho dolor en la zona. Se suele complementar el tratamiento con terapia manual e Indiba para que sea más eficaz.
En MOMS Gijón realizamos sesiones de 50 minutos de duración en las que aplicamos las técnicas necesarias en función del estado de la cicatriz de la paciente. No suele ser un tratamiento doloroso y la sensación de bienestar aparece a las pocas sesiones. Recomendamos realizar una valoración de suelo pélvico global lo más temprana posible después de las 8 semanas tras la cesárea. Valoraremos cómo afecta la cesárea interna y externamente. Este tipo de patologías es bueno no dejar pasar el tiempo y tratarlas en cuanto sea posible.
Beneficios psicológicos de la fisioterapia en la recuperación de la cesárea
Además de los beneficios físicos, la fisioterapia tiene un impacto positivo en el bienestar psicológico de las mujeres que han tenido un parto por cesárea. Gracias a un tratamiento cercano, individualizado, con el apoyo emocional necesario, y una participación activa en su proceso de rehabilitación, viendo las mejoras progresivas, las mujeres consiguen reducir el nivel de estrés y ansiedad y mejorar su autoestima.
Seguimiento y cuidados a largo plazo
Además del tratamiento inicial y con el fin de minimizar el riesgo de complicaciones a largo plazo, debemos mantener todas las recomendaciones recibidas, como aplicación de cremas solares para evitar la hiperpigmentación, cremas hidratantes, prendas de compresión si es necesario, realización de ejercicios…
Y, lo más importante, si la cicatriz pica, duele, está más roja o hinchada de lo normal, o simplemente tienes dudas, pide una cita con nuestra fisioterapeuta especializada. Valoraremos la cicatriz y derivaremos a otros profesionales en caso de que fuese necesario antes de iniciar el tratamiento.