¿Os estáis planteando cuando es la mejor etapa para poner los pendientes? ¿Le dolerá?
En MOMS Gijón estamos para resolveros todas vuestras dudas. La decisión de poner o no los pendientes a los bebés realmente es opcional, recae en vosotros, los padres. Es algo voluntario y se rige en función de creencias y gustos.
Si por cualquier motivo, en un futuro, tu bebé no quiere los pendientes, se pueden retirar y al poco tiempo se habrán cerrado los agujeros.
A veces da miedo ponerlos por los posibles efectos secundarios, es cierto que, en función de cómo le pongan o cómo sean los pendientes, pueden causar cierto enrojecimiento de la zona e, incluso, irritación.
Para evitar estos posibles efectos secundarios es imprescindible realizarlos en un ambiente óptimo y con materiales hipoalergénicos. Lo ideal es que sean de oro, plata, acero quirúrgico…
Además, para que su adaptación sea de forma óptima, es importante que sean de filamento muy fino (el filamento es la parte que queda en el interior de la oreja). De esta manera son más cómodos para el bebé y, con la tuerca redonda, no les molestará en la piel.
Es recomendable que no tengan argollas ni adornos que cuelguen para evitar que los agarren y se puedan hacer daño. Además de elegir pendientes de primera calidad, se han de colocar de forma estéril. El dispositivo que se utiliza es totalmente silencioso para que no perturbe al bebé.
El mejor momento para ponerlos es en las primeras semanas aprovechando que el lóbulo de la oreja es más blandito. Además, la colocación del pendiente se puede realizar mientras el bebé se encuentra al pecho utilizando la conocida tetaanalgesia (muy útil también para la administración de vacunas), en el regazo de mamá o papá.